Practicamente cerrada la temporada de verano, hemos querido pegarnos una escapada relampago al «spot» de moda: Ticino. Despues de toda una primavera y un verano disfrutando de los videos patrocinados por una conocida marca de material deportivo, todo el personal está como loco con este cantón del sur de Suiza. Asi que no podiamos ser menos y para alla que nos fuimos un equipo de guías de la sierra de Guara y el valle de Boi.
Esta vez hemos introducido una novedad en la logística del viaje: furgoneta de alquiler. La verdad es que hemos acabado bastante contentos, ya que no salia tan caro y te quedas tranquilo de no meterle caña a tu coche con un viaje tan largo. Haciendo turnos para conducir y no parando mucho, es un viaje de unas doce horas desde Lleida; una vez alli podemos alojarnos en alguno de los campings o gites que hay en los dos valles donde desarrollaremos nuestra actividad
Como siempre que programamos una actividad de este tipo, hay que tener muy pendiente el tema de los caudales: en esta zona, además, nos encontramos conque la mayoria de rios está regulados por presas. De esta manera nos encontramos con que casi cada mañana, nos toca llamar a la central para avisar de que vamos a realizar tal descenso y, a la tarde, avisar de que ya has salido. Todo esto con la incertidumbre de que te pueden decir que hoy toca suelta y que te vayas a otro lado. 
Nosotros no tubimos ningún problema con el caudal, es más, encontramos uno de los cañones, el Boggera, bastante flojillo. La evolución de caudales ha sido, durante el verano, bastante rápida: a finales de agosto aún iban fuertes, aunque ya se hacian algunos, y a mediados de septiembre, cuando fuimos nosotros, ya llevaban un caudal perfecto para disfrutar sin tener que comerte la cabeza con estos temas.
El stage duró cinco días, aprovechando cada uno de ellos para conocer un barranco, eligiéndolos según la previsión meteorológica: los más cortos y menos comprometidos los días más dudosos y los más largos para los días que teniamos aseguradas muchas horas sin llover. Por orden cronológico, realizamos los siguientes descensos:
Pontirone
Incrieble barranco con la estructura típica de los barrancos de la zona: una parte superior cerrada y mantenida y una parte inferior con más desnivel pero más corta y rápida.
A destacar el segundo rapel de la parte inferior, un aéreo 42 que sale desde un gigantesco bloque empotrado
Tambien destacable la «terrible S», un tramo muy estrecho y obligado que con un caudal fuerte debe plantear problemas. Nosotros resolvimos con un pequeño rapel (4 mts) y un salto bastante técnico de unos 6-7 metros
Combra
El Combra fué un plan B para un día de meteo dudosa: un barranco relativamente corto, rápido y con un escape más o menos a la mitad. La aproximación tiene la curiosidad de que transcurre sobre la presa de Rasoira, atravesando un tunel; desde alli, y andando unos veinte minutos más, llegaremos a un puente que atraviesa el cauce. Alli nos cambiamos y entramos en el barranco.
El barranco empieza con un rapel no obligado donde el cauce está muy concentrado, aqui encontramos el checkpoint. A partir de aqui vamos encadenando obstaculos: saltos toboganes y rapeles, ninguno de especial dificultad.
En un momento dado, cuando se acaban las dificultades, deberiamos encontrar la salida a mano izquierda; nosotros no la encontramos y seguimos por el cauce hasta que llegamos al pantano. Este tramo no es tan interesante: bloques y más bloques que hay que destrepar; encontraremos aqui algún resto de construcciones expectacularmente deformados por la fuerza del agua.
Cuando llegamos al pantano, hay que tener muy en cuenta el nivel del agua, ya que deberemos pasar nadando muy cerca de un sumidero que, en el caso de estar en funcionamiento, seria una trampa peligrosísima. Tambien se puede buscar alguna traza de sendero por el bosque de la orilla, pero obligatoriamente habremos de entrar en el agua en un par de ocasiones.
Iragna
Este barranco tambien sigue el patron estandar de los barrancos de Ticino: una primera parte más física, técnica y obligada seguida de un tramo inferior más lúdico pero con pasos técnicos. Si optamos por realizar la versión integral hemos de contar con tener que andar una hora hasta la entrada y unas 5 -7 horas de barranco. El barranco termina en una zona de baño natural de Iragna; si realizamos el descenso en verano o en fin de semana, es muy facil que encontremos bañistas en esta balsa.
El descenso no tiene apenas tiempos muertos, vamos a encadenar saltos, toboganes y rapeles con pequeñas secciones de marcha.
El paso clave, aunque no obligatorio, es un rapel de 40 metros que encontramos al inicio de la parte inferior. Podemos realizarlo por la izquierda alejados de la cascada o por la derecha y más cerca del chorro; esta opción nos exigira rapelar con cuidado, buscando apoyos para no entrar debajo de la cascada.
Val Grande
El Val Grande es un barranco con un tipo de roca diferente al resto de barrancos de Ticino que lo hace muy fotogénico: pliegues, ondulaciones y estrias de diferentes colores hacen que encontremos algún rincon de una belleza espectacular.
Nosotros decidimos realizar la parte inferior, ya que, para variar, la meteo no era muy prometedora. Aparcamos en las afueras del pueblo de Gordevio, y despues de una media hora de andar llegamos al inicio: una pequeña playita donde prepararnos. Nada más empezar ya encontramos una sucesión de tres pequeños toboganes y a continuación un rapel de 12 metros que podremos saltar y que hará que nos espabilemos. Justo despues tenemos un rapel de unos 25 metros muy bonito, donde tres cascadas diferentes caen en un pequeño circo.
A partir de aqui descifraremos una combinación compuesta por toboganes, un salto de 10 metros y varios rapeles pequeños antes de llegar a la bomba final: los dos super-toboganes de 25 metros. Esta sección tiene un escape a la izquierda que nos vendrá muy bien si el barranco va cargado, ya que aunque decidamos rapelarlos, la linea transcurre por el activo, y el agua, incluso con caudal bajo, golpea con fuerza.
El primero de los toboganes es menos impresionante, pero aún así hay que conservar la postura para evitar darnos un ben costalazo. El segundo ya es otra cosa: desde el puente que nos sirve para observar el checkpoint se ve más o menos horizontal, pero cuando estamos en la cabecera te entra esa risa nerviosa que supone que alguien sacara la cuerda de la mochila. Nosotros rapelamos hasta más o menos la mitad del tobogan, tirandonos desde alli; aún así sale un tobogan bien cañero y exigente.
Boggera
El último barranco que hicimos es otra visita obligatoria de esta parte de Suiza; muchas imagenes espectaculares que podemos ver por internet están rodadas en este barranco: saltos de más de diez metros, toboganes de vertigo y rincones de una belleza expectacular.
La primera parte no es tan popular, tal vez porque es más larga, pero merece mucho la pena. Al principio es más abierto, y poco a poco va cerrandose y cogiendo caracter encañonado, encadenando obstaculos sin pausa. Más de veinte rapeles obligados, algunos de los cuales se pueden combinar con saltos o toboganes rapelando la primera parte de y saltando o deslizandonos al final. En muchos de ellos hay que cuidar las cuerdas, ya que hay bastantes rozamientos; tambien encontraremos uno (26 mts) en el que es facil que se quede la cuerda enganchada al recuperar, pero poniendo un poco de atención no tendremos ningún problema.
La parte inferior nos ofrece varios obstaculos y diferentes opciones para entrar o salir del barranco, por lo que podemos llevarnos la sorpresa de encontrarnos de repente un grupo delante nuestro. Comienza con una sucesión de rapeles y saltos sencillos, para en seguida afrontar un pequeño estrecho con un par de buenos toboganes, un salto y dos bonitos rapeles.
Despues tenemos otro oportunidad para salir; si continuamos, solo nos resta realizar un par de rapeles más para terminar. Desde el final, en solo cinco minutos llegamos al coche que hemos dejado en el parking inferior
Este es el resumen de la actividad que realizamos el pasado mes de septiembre, una actividad al alcance de cualquier barranquista con unos conocimientos y un nivel físico adecuado. De todas maneras, las características de los cañones hacen que cualquiera pueda adaptarlos a su nivel, entrando o saliendo por diferentes caminos.
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